jueves, 27 de octubre de 2011

... sin comentarios

... Entonces me acuerdo de esa melodiosa frase: "Con suavena y su pitillo"... y sólo se me ocurre alabar a quien en su desocupe se la inventó; tan rica, tan inútil, tan deliciosa... como pa que la saboreé el que le de la gana de repetirla. Dios Bendiga a todos esos juglares del ocio, doctores de la improductividad, renovadores de la lengua, Gracias a esas ocurrencias epifánicas el gusto que da hablar y el placer del oír no se agotan jamás. Y de paso nos mantienen vivos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario