martes, 31 de agosto de 2010

¡Descansa y deja descansar!


Cuando mis hermanos y yo éramos niños y salíamos a vacaciones, mi mamá, para descansar de nosotros, nos llevaba a la casa de la abuela Virgelina, en San Antonio de Pereira. Antes de acostarnos la abuela siempre nos contaba historias, mitos y leyendas, de aquel pueblecillo frío del que no salió en toda su vida.

Memorables, inolvidables, eran sus historias cargadas de suspenso, emociones, terror y finalmente una moraleja, el beso de las buenas noches… la oración al ángel de la guarda mi dulce compañía no me desampares ni de noche ni de día...“Y que sueñen con los angelitos mis amores”. Luego apagaba la luz de su humilde casa finca y se iba a dormir.

Tan buenas eran sus historias que después de contarlas, por exigencia nuestra, las volvía a contar en resumen, y luego daba a paso a una rueda de prensa, donde le preguntábamos cosas como: “¿Abuelita: Y Por qué el jinete sin cabeza no trata mejor de buscar su cabeza en vez de ponerse a asustar a la gente?, ¿Abuelita: Y de que raza era el perro negro que escupía fuego y que se le apareció por desobedecer a su mamá? Ó ¿Abuelita: Y de quien era la pata sola, y ese señor se murió?, ¿Abuelita, abuelita, abuelita?... Preguntas irrespondibles, a las que sin embargo, la abuelita siempre encontró una respuesta satisfactoria. Quizás por eso, no la dejábamos ir a acostarse hasta que estaba ya fundida, la pobre.

Hasta que una noche ya cansada de “Abuelita y por qué esto, abuelita y por qué lo otro”, nos contó quizás la mejor de sus historias: La Historia de Lázaro, versión Virgelina, resumida de la Biblia. Y era algo así:

Resulta que Lázaro se murió y la mujer le pidió a Jesús que lo reviviera. Llega entonces Jesús a la tumba y le dice: Levántate Lázaro y anda… Y Lázaro se levanta y anda. Entonces Lázaro se siente muy feliz de haber vuelto a la vida y anda a la cantina más cercana a celebrar… pero toma trago día y noche, dejando a la mujer y los hijos con hambre, se lo gasta todo en vagamundas y no lleva el mercado, pierde la cosecha jugando tute, y termina vendiendo unas tierritas de su esposa, dejándolos prácticamente en la calle.

Entonces la mujer le puso la queja a Jesús y él fue a buscar a Lázaro, que estaba pasando guayabo en la cantina. Lázaro le pide a Jesús que le quite el guayabo. Pero Jesús le dice: Con esa bebedera y esa cabeza tuya arruinaste a tu familia; así que mejor Lázaro, “descansa y deja descansar”… Entonces Lázaro se devolvió derechito a la tumba y se fue a descansar... Desde entonces a los niños que no quieren descansar temprano, se les aparece Lázaro y les dice con tufo a trago que huele a mortecina: "Descansa y deja descansar"… Así que a dormir. Apagaba la luz y salía de nosotros así de fácil.

Aquel susto no nos dejaba dormir y como no dormíamos nos daba más susto de que se nos apareciera Lázaro. Hasta que finalmente, arropados bajo las cobijas caíamos uno a uno, profundos.

Después de mencionarnos varias noches la historia de Lázaro, sólo bastaba con que la abuela susurrara aquella frase tan miedosa de “Descansa y deja descansar”, para obligarnos a dormir.

Y sin embargo, mi abuelo, tenía una mejor versión que la historia de Lázaro de la abuela. La historia de él es exactamente igual, con la diferencia de que en la parte en la que Jesús ya mamado de las parrandas de Lázaro le dice: “Lázaro, descansa y deja descansar”… y Lázaro se devuelve derechito a la tumba, mi abuelo agrega: “Y Lázaro se quedó encerrado en la tumba con su esposa y sus hijos y vivió muy maluco, con cantaleta hasta en la sopa por toda la eternidad”.

¡Descansa y deja descansar!


3 comentarios:

  1. Jajaja.
    Esa historia de Lázaro y todo el rollo de la resurrección de los muertos al final de los tiempos, me hace pensar que el que escribió esa maricada veía muchas películas de zombis.

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  2. Jajaja

    Esta muy buena la historia.
    Me da alegria leerte despues de tanto tiempo, comence a pensar que ya no escribirias mas, sin embargo siempre guardaba la ilusion de ver de nuevo tus letras por este lugar.

    La historia fue genial me hizo acordar el porque de muchos traumas que ahora mantengo conmigo y son mis amigos que jamas duermen, mil gracias por cada sonrrisa que dejas pintada en mis labios.

    Cuidate mucho y se muy feliz

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  3. Francisco escribeme por favor, estraño tus palabras dirigidas a esta extraña.

    besos

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