lunes, 4 de octubre de 2010

varios cortos sacados del baúl


Volver…

Enero 1. 12:03 a.m. Un viejo campesino baja por la Avenida La Playa, balaceándose sobre el lomo de una vaca. Con asombro infantil, sonríe con el alumbrado navideño. Quien lo observa cree que es el año viejo, perdiéndose por aquel corredor de luces multicolores.

Diciembre 31. 5:28 p.m. El anciano despide al doctor, quien le confirmó que pronto quedará ciego. Desde la montaña mira el resplandor urbano en el ocaso. Recuerda la última vez que bajó a la ciudad, hace 57 años. Entonces monta a su vaca, la única compañía que le queda, y se va a ver los alumbrados por última vez.


Estatua

Entre las “gordas” esculturas de Botero, hay una que es diferente. Es delgada y parpadea. Dentro de ella, yace un muchacho de 15 años que a diario sale de una invasión en La Sierra. Baja al fondo de ese cráter llamado Medellín, con su hermana de 13 años, embarazada, y su cuñado de 16, cargando una nevera de icopor. En la plaza, cuando su hermana lo embadurna de betún negro, el muchacho mira al cielo gris. Piensa que su cuñado necesita un sol abrasante para vender sus paletas, mientras que él pide un día nublado para ganarse la comida sin sofocos, inmóvil.


Paranoía

Al salir del banco, misia fulana se percató de que la seguían. Apresuró el paso. Se internó entre calles y se confundió con la muchedumbre del Centro. Pero al volver la vista aquel joven cojo, rapado, de camisa sisa venía detrás. La doña entró en la estación del metro. Cuando abordó el tren se sintió segura. Pero en la estación siguiente el cojo abordó el vagón. La señora entró en pánico y cayó desmayada. Al abrir los ojos el joven que la seguía le daba aire y le entregó la billetera que se le cayó a la salida del banco.


Una pesadilla compartida

(A Augusto Monterroso y Kafka, ellos saben porqué)

… en una esquina de la ciudad, sobre el regazo de su madre, un niño indígena sueña que es un hombre armado viendo un rancho arder, quien sueña que es un ganadero que ríe al obtener las tierras de esos indios, quien sueña que es un político babeado por explotar el petróleo de aquella tierra, quien sueña que es un petrolero gringo que se deleita con la estupidez de aquellos tercermundistas que se matan para aumentar su fortuna, quien sueña que es un niño indígena que vive feliz en una tierra paradisiaca y libre de la rapiña del mundo ruin…


1 comentario:

  1. A mi me gusto! A mi me gusto!

    Estan muy buenos...

    De verdad mil Gracias por tus palabras que siempre son como medicamentos a la enfermedad.

    Cuidate y sii felice

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